
¿Qué tanto de lo que hago es por amor, y qué tanto por miedo o por costumbre?
Introducción
Cada día tomamos decisiones, grandes y pequeñas: qué decir, a quién cuidar, cómo actuar, cuándo callar… Pero, ¿Cuántas de esas decisiones vienen desde el amor propio, amor auténtico hacia otros y cuántas nacen del miedo, del deber automático o de la costumbre no cuestionada?
Esta pregunta no busca culparte, sino invitarte a observarte con más claridad y compasión, para que puedas construir una vida más coherente, más libre y más tuya.

Fundamento psicológico
Desde la psicología humanista, autores como Carl Rogers o Abraham Maslow afirman que solo cuando actuamos desde nuestra autorrealización y autenticidad, podemos experimentar plenitud.
En cambio, cuando vivimos desde el miedo, entramos en modo supervivencia: buscamos aprobación, evitamos conflictos, y nos adaptamos para no ser rechazadas.
Además, el condicionamiento social y la repetición automática de hábitos aprendidos (Skinner, 1953) pueden hacer que actuemos por costumbre incluso cuando esas acciones ya no están alineadas con quienes somos.
“La conciencia es el primer paso hacia la libertad.”
— Nathaniel Branden
¿Cómo identificar de dónde vienen tus acciones?
Trabajo demasiado
- ¿Porque amo lo que hago, o temo no ser suficiente si no produzco más?
Cuido de otros
- ¿Porque me nace profundamente, o porque temo no ser querida si no lo hago?
Me callo lo que pienso
- ¿Porque elijo la paz, o por miedo al juicio?
Me arreglo
- ¿Porque me disfruto, o porque temo no ser aceptada?
Haz este ejercicio con diferentes aspectos de tu vida. La clave no está en dejar de hacer, sino en reconectar con la intención.
¿Cómo puedes empezar a actuar más desde el amor?
- Despierta tu conciencia: detente y pregúntate
Antes de tomar una decisión, haz una pausa y pregúntate:
“¿Esto lo hago por amor, por miedo o por costumbre?”
Con el tiempo, esta simple pregunta reconfigura tu brújula interior.
- Haz un mapa de tus hábitos emocionales
Durante una semana, anota:
- Tres cosas que hiciste en el día.
- La emoción o creencia que motivó esa acción.
Ejemplo:
- Fui a una reunión familiar → porque “si no voy, se molestan conmigo”. → miedo.
- Le hablé con cariño a mi hija → porque me sentí conectada con ella. → amor.
Este registro te mostrará patrones ocultos.
- Cultiva el amor consciente como base
El amor no es solo emoción: es elección.
Empieza por ti. Pregúntate:
- ¿Qué decisiones puedo tomar esta semana que honren lo que realmente necesito?
- ¿Qué compromisos quiero sostener desde la libertad y no desde la obligación?
- Cuestiona las costumbres heredadas
Muchos de nuestros comportamientos son reflejo de lo que vimos y aprendimos. Pregúntate:
- ¿Sigo actuando así porque me lo enseñaron o porque lo he elegido conscientemente?
- ¿Esto sigue siendo útil para mi bienestar y el de quienes amo?
Si no es así… puedes decidir diferente, aunque te dé miedo.
- Reconcíliate con el miedo, pero no lo pongas al volante
El miedo no es el enemigo. Nos protege. El problema es cuando lo dejamos conducir nuestra vida. Habla con tu miedo:
“Gracias por cuidarme, pero hoy quiero actuar desde la confianza.”
Conclusión
Actuar desde el amor transforma la energía con la que vives.
Actuar desde el miedo o la costumbre te desconecta de tu autenticidad.
Cada día tienes la oportunidad de elegir, aunque sea en una sola cosa, vivir de forma más consciente y más amorosa contigo misma.
No se trata de cambiarlo todo, sino de empezar por una decisión. Una sola. Cada día.
- Cultiva el amor consciente como base
El amor no es solo emoción: es elección.
Empieza por ti. Pregúntate:
- ¿Qué decisiones puedo tomar esta semana que honren lo que realmente necesito?
- ¿Qué compromisos quiero sostener desde la libertad y no desde la obligación?
Te dejo estas preguntas para seguir reflexionando:
¿Cuál fue la última acción que hiciste desde el amor auténtico?
¿Qué hábito podrías transformar esta semana para que deje de nacer del miedo?
Recuerda: Tú eres tu superpoder.
Y cuando eliges desde el amor, tu vida se llena de verdad.